A mediados del siglo XIX se jugaba con pelotas muy pesadas y grandes, por lo que era preciso poseer una gran fortaleza física para que la pelota al rodar por aquel guante tan corto alcanzara velocidad. A principios del siglo XX, sin embargo, se usaban ya las denominadas “balas”.
Actualmente se emplean pelotas de un diámetro aproximado de 65 mm. y un peso que oscila entre los 115 y 125 gramos.
Esta bola de caucho envuelta en hilo o algodón tiene dos cueros: uno interior y otro exterior, que es de color negro para poderla ver en el aire y con cosido exterior.
Información ofrecida por Tiburcio Arraztoa